El comienzo de este sendero conduce a un quejigal donde se encuentran antiguas viviendas restauradas de los habitantes del lugar, conocidas como moriscos. La humedad en algunos tramos del recorrido se siente presente, hasta las piedras están recubiertas de helechos y enredaderas.
Este recorrido pasa junto a una tumba antropomorfa y una fuente de aguas ferruginosas que, según la creencia popular, quitaba la anemia.
El sendero asciende hasta un pinar de repoblación donde se encuentra instalado un cerramiento de borricos, animales considerados fundamentales para la supervivencia en el monte hasta hace sólo unos años. El rico matorral mediterráneo acompaña hasta unas casas cueva, habitadas hasta principios de los 70.
Fuente: Junta de Andalucía
Ruta apta para todos los públicos, pensada especialmente para que los discapacitados y personas mayores puedan disfrutar de la naturaleza y del patrimonio histórico.
Esta finca, perteneciente a los Montes de Propios del Municipio de Los Barrios, se sitúa sobre el margen sur del embalse Charco Redondo, conteniendo numerosas sorpresas al curioso. Lo primero que llama la atención es la frescura de sus bosques y la vista siempre presente del lago que forma el embalse. Unas esculturas de hierro, un antiguo proyecto de la Junta de Andalucía que forman parte de las exposiciones temáticas vinculadas a los recursos naturales y culturales del P.N de los Alcornocales nos dan la pista que necesitamos para saber que hemos llegado al comienzo del itinerario.
Los Polvorines -antiguas construcciones militares excavados en la roca arenisca-, se convierten en la tarjeta de presentación que nos invita a conocer las señales de los sucesivos moradores de estos montes desde hace milenios. No exageramos, las tumbas prehistóricas que nos encontramos a la entrada del bosque nos lo confirma. Más adelante, entre los sucesivos y variados ecosistemas, bujeos, quejigal, alcornocal, pinar, y herrizas, mezclados con diversos encuentros de antiguas actividades tradicionales (que hoy día se mantienen algunas), como los alfanjes para la fabricación del carbón vegetal, el descorche, las colmenas de corcho, la extracción de las piñas y fuentes tradicionales, algunas de ellas ferruginosas( por su color y sabor a hierro) suponen una exhaustiva representación de Los Alcornocales. Siguiendo el recorrido nos encontramos con el enclave rural de Las Cuevas ( abrigos huecos donde el hombre habitaba, desde hace 80 años). La estampa que compone el conjunto nos demuestran que los habitantes rurales siempre han sabido vivir en armonía con el medio, encontrando el método para aprovechar sus recursos.
Fuente: Turismo Los Barrios