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Los Algarbes - Betijuelo
El punto de partida es un lugar de enterramiento de la Edad del Bronce y una de las necrópolis mejor conservadas de la provincia: La Necrópolis de los Algarbes.

El camino continúa hacia el poblado de Betijuelo, tras una subida entre eucaliptos que se mezclan con especies autóctonas como lentiscos, palmitos y coscojas.

En la sierra Betis, en el punto más alto de la ruta, se encuentra junto al sendero un punto geodésico. En esta parada se puede contemplar unas espectaculares vistas panorámicas: la ensenada de Bolonia y el cabo de Gracia, a un lado, la ensenada de Valdevaqueros al otro, el Cerro de San Bartolomé atrás y el Estrecho de Gibraltar al frente.

Tras reanudar la marcha, a medida que se desciende por el pinar, el suelo se hace más arenoso, apareciendo especies singulares como retamas, enebros y sabinas, hasta llegar al espectacular cauce del arroyo de los Puercos, donde la erosión provoca que los pinos se mantengan casi colgados de las paredes del profundo barranco.

Fuente: Diputación Provincial de Cádiz
Sin duda el sendero Algarbes-Betijuelo es el que guarda mayores secretos de todos los senderos del Parque Natural del Estrecho. Emprendiendo la marcha a pie o a caballo en la Necrópolis de los Algarbes, uno de los complejos arqueológicos más importantes de la provincia de Cádiz, comienza la subida al núcleo rural de Betijuelo atravesando eucaliptales y pinares salpicados de lentiscos, jaras y palmitos, y probablemente acompañados de ganado en el camino.

Una vez alcanzado el poblado de Betijuelo, situado a los pies de las paredes rocosas de la cara sur del Cerro de San Bartolomé, se encuentra el segundo aparcamiento del sendero y comienza el segundo tramo del paseo.

Caminando entre las viviendas rurales de Betijuelo, el itinerario sube hasta el punto más alto del recorrido, donde se encuentra un vértice geodésico en el que se disfrutan de unas impresionantes vistas panorámicas. En lo más alejado a la derecha se encuentran los acantilados de Barbate en el vecino Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate, y según nos aproximamos, el Cabo de Gracia con el faro de Camarinal y la ensenada de Bolonia. Al frente se observa el pinar y las aguas del Estrecho y a nuestra derecha, las blancas arenas de las playas de Valdevaquero y Los Lances, la Isla de Tarifa y el continente africano.

Al reanudar la marcha se desciende por la rambla del Arroyo Puerco, el cual se abre entre pinares de repoblación creando unos cañones de gran interés paisajístico. Nuestro paseo habrá terminado en tan sólo unos pocos metros.

Fuente: Junta de Andalucía
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