Jarillo - Torre de Meca
El pinar de la Breña, plagado de colores y esencias, dos áreas recreativas, una torre almenara del siglo XVII, y un mirador sobre Trafalgar, son algunos de los atractivos con que cuenta este sendero para caminar despacio y ascender a esta gran duna fijada por una generosa y variada vegetación convertida en refugio de vida animal y vegetal.
El avance de las dunas móviles motivó la plantación de estos pinares en el siglo XIX, en un intento de fijarlas y detenerlas. Aquel esfuerzo se ve hoy recompensado con una abundante producción de piñas y otros frutos. Acompañan al pinar, diversas especies como el lentisco, el enebro marítimo, el jaguarzo morisco o la retama.
La Torre de Meca forma parte del sistema de torres almenaras que salpican la costa y se conectan visualmente. Su función era la vigilancia y la emisión de la voz de alerta ante el acecho de piratas turco-berberiscos.
Fuente: Diputación Provincial de Cádiz
Apenas tres kilómetros y medio de recorrido; dos áreas recreativas; el pinar, plagado de colores y esencias; una torre almenara del siglo XVII y un mirador sobre Trafalgar son algunos de los atractivos con que cuenta este sendero para caminar despacio y ascender a esta gran duna fijada por una generosa y variada vegetación convertida en refugio de vida animal y vegetal.
Su conexión con otros senderos permite vivir el pinar más extenso de la provincia de Cádiz y comprobar el porqué de su declaración como espacio natural protegido.
La Torre de Meca, con casi once metros de altura, se alza a ciento setenta y tres metros de altitud con respecto al mar. Construida en el siglo XVII, forma parte del sistema de torres almenaras que salpican la costa y que conectan visualmente. Su función era la vigilancia y la emisión de la voz de alerta ante acecho de piratas turco-berberiscos. Disparos de artillerías, y fuego de noche o humo de día eran las señales inequívocas del peligro.
Fuente: Junta de Andalucía